¿Qué requisitos debe cumplir una Smart City?
Como explicamos en nuestro anterior artículo, una ciudad inteligente o Smart City es una ciudad basada en un desarrollo urbano sostenible, con capacidad de cubrir las necesidades de instituciones, empresas y ciudadanos basándose en un uso intensivo de las tecnologías de la información (TIC) para la prestación de servicios de alta calidad.
Existen muchos factores que pueden ser evaluados para calificar a una ciudad de "inteligente". Pero lo que tienen en común todos es que giran en torno al concepto de "sostenibilidad", al igual que sucede con las últimas tecnologías innovadoras como la Inteligencia de Cliente.
Esto es así debido a los cambios y al nuevo estilo de vida que ha adoptado la sociedad actual en la que vivimos, la cual se dirige a una tendencia menos consumista y con un enfoque centrado en el cuidado de uno mismo, de la comunidad, la naturaleza y del planeta.
Debido a esta tendencia, en el año 2050 se estima que el 85% de la población llegará a vivir en núcleos urbanos. Este hecho hace necesario la gestión de los recursos que se requieren para cubrir la demanda de los ciudadanos, tanto en lo que respecta al consumo energético como al uso de otros servicios básicos (gestión de residuos, consumo de agua, transportes, etc.).
Requisitos obligatorios para ser Smart City
Pero para convertirse en una "Smart City" no basta con emplear tecnologías de vanguardia y garantizar la sostenibilidad a largo plazo, sino que se han de cumplir ciertos requisitos básicos. A continuación, vamos a enumerar 5 de los requerimientos que debe cumplir toda ciudad que quiera ser considerada una Smart City:
- Estrategia: uno de los criterios que se tienen que cumplir es la estrategia. Es decir, es necesario tener una estrategia clara del proyecto de ciudad que se quiere llegar a ser. Comúnmente, suele llamarse Plan Estratégico y es un elemento que debe irse actualizando en función de la evolución de las tecnologías y de las necesidades de la ciudad.
- Gobernanza: para ser una Smart City es imprescindible tener una gestión interna moderna y que sea capaz de estar a la altura del proyecto que se desea conseguir.
- Sostenibilidad: como comentamos anteriormente, tanto la estrategia como los proyectos "smart" que implica deben estar orientados a mejorar la sostenibilidad de la ciudad, es decir, hacer un uso eficiente de la energía, transportes, construcciones, residuos, etc; todo con el fin de satisfacer las necesidades de las instituciones y ciudadanos.
- Sistema de Gestión: de nada sirve tener el mejor plan estratégico si no contamos con las herramientas internas adecuadas que permitan gestionar la información de las lecturas de la ciudad. Para ello, hay que tener un sistema eficaz, que permita monitorizar y procesar esa información que nos ofrece la ciudad para la toma de decisiones. Un ejemplo de plataforma de gestión es Curie Platform, que tomando como referencia el conjunto de Normas UNE 178 que regula las Ciudades Inteligentes, permite desarrollar con éxito una Smart City.
- Tecnología: una Smart City debe ser una ciudad tecnológica, si no es así no se podrán medir los indicadores necesarios para saber si se están cumpliendo los objetivos de sostenibilidad ni se podrá dotar a los ciudadanos de las herramientas colaborativas necesarias. La tecnología tiene que aplicarse en la sensorización de la ciudad para medir, por ejemplo, la calidad del aire, el consumo energético, hacer una recogida de residuos eficiente, gestión del tráfico en horas punta para evitar atascos, iluminación eficiente.
Casos reales de proyectos implantados en una Smart City
Aunque el término Smart City es un concepto relativamente nuevo, ya hay casos reales de proyectos que se han llegado a implementar en las ciudades inteligentes. Algunos ejemplos son:
- Sensores: la instalación de sensores en las ciudades ha permitido monitorizar y medir en tiempo real la calidad del aire y las emisiones de CO2 del tráfico.
- Transporte moderno y alterno: la implantación de sistemas alternativos de medios de transporte con tecnología es un claro ejemplo de un proyecto innovador, tecnológico y sostenible en una ciudad inteligente, como es el caso del uso de bicicletas eléctricas controladas por móvil y geoposicionadas.
- Apps: el desarrollo de aplicaciones móviles que permitan al ciudadano o visitante de la ciudad mantenerse informado de las noticias y eventos que sucedan, permitiendo al ciudadano, además, interactuar con los servicios municipales.
- Edificaciones sostenibles: la construcción de edificios que apoyen la sostenibilidad, por medio de, por ejemplo, la utilización de energías renovables.
Pero dejando a un lado los requisitos y los tipos de aplicaciones y usos que podemos hacer en una ciudad inteligente, el fin último de toda Smart City ha de ser mejorar la calidad de vida de los ciudadanos que viven en ella así como de sus visitantes, utilizando la tecnología como herramienta de medición y participación sin perder el objetivo de la sostenibilidad en cada acción.
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