De Destino Turístico a Destino Turístico Inteligente
Desde siempre, los diferentes destinos turísticos han tenido una gran competencia y estaba en manos de cada uno saber diferenciarse y ofrecer a los futuros viajeros un valor añadido que les haga decidirse.
Los turistas/residentes son cada día más exigentes y demandantes de experiencias a lo largo de todo su ciclo de vida para lograr su satisfacción, algo que los destinos tienen que valorar continuamente.
Además actualmente tenemos que añadir la gran problemática que ha supuesto la crisis mundial por la pandemia del COVID-19, que ha supuesto el cierre y paralización del sector en la totalidad de los países.
Y es aquí dónde surge una gran opción para los destinos turísticos, y es la de convertirse en un Destino Turístico Inteligente (DTI) o Smart Destination.
Esto supone un gran cambio en el modelo de gestión turística, ya que se deberá realizar siguiendo 5 ejes:
- Innovación
- Tecnología
- Sostenibilidad
- Accesibilidad
- Gobernanza
De esta forma se podrá desarrollar e implementar una política de gestión para el destino turístico y establecer objetivos, metas y planes de acción vinculados a estos ejes bajo la Norma UNE 178501.
Aplicando este sistema de gestión formado por las mejoras prácticas nos ayudará impulsar la competitividad, desarrollarnos de forma sostenible, aumentar la satisfacción de nuestros clientes (turistas/residentes) y manejar eficientemente los recursos.
Convertirnos en un DTI significa ser un destino turístico innovador, consolidado sobre una infraestructura tecnológica de vanguardia, que garantiza el desarrollo sostenible del territorio turístico, accesible para todos, que facilita la interacción e integración del visitante con el entorno e incrementa la calidad de su experiencia en el destino, a la vez que mejora la calidad de vida del residente.
La tecnología, como soluciones o plataformas como Curie DTI, tendrá sin duda un papel fundamental que marcará la diferencia y ayudará a los destinos a estar más y mejor conectados entre los organismos, entidades y edificios del destino, entre otros, además de con los residentes y los turistas. Gracias a esto, podemos conocer los gustos y preferencias del viajero, por lo que podremos ofrecerles lo que desean y fidelizarlos para un futuro.
También es una necesidad demandada la sostenibilidad, más incluso en estos momentos con el cambio climático y escasez de recursos a medio plazo, teniendo los destinos que adaptarse y ser más ecológicos.
Pero hay que tener en cuenta que no es lo único que hay que trabajar para poder realmente implementar un sistema válido de gestión inteligente en el que las personas y los procesos estén en consonancia y que este sistema se mantenga en el tiempo como cultura de trabajo en dicho destino.
Los destinos que verdaderamente marcarán la diferencia en los próximos años serán aquéllos que sean capaces de crear una cultura de gestión turística inteligente a través del capital humano.
¿Quieres convertirte en un Destino Turístico Inteligente? Contacta con nosotros y te asesoraremos en todo lo que necesites.