Santander ha logrado convertirse en el 2º Destino Turístico Inteligente de España tras superar los exigentes requisitos requeridos por la Secretaría de Estado de Turismo.
Para ello tuvo que aprobar al menos el 80% de estos requisitos de un total de más de 400, dentro de una metodología basada en el análisis centrado en 5 ejes: tecnología, innovación,gobernanza, accesibilidad y sostenibilidad, promoviendo además una visión integradora del destino incluyendo todas sus áreas.
Aplicando esta metodología el destino obtendrá un aumento de la competitividad, una mejora de la eficiencia en sus procesos, un impulso al desarrollo sostenible y una mejora de la calidad de la estancia de los turistas y de la calidad de vida de los residentes. De esta manera consigue desarrollar una estrategia turística para dinamizar la economía de la ciudad con efectos positivos a largo plazo.
Santander actualmente es una referencia en buenas prácticas sostenibles, ya que ha apostado por la salvaguardia de su patrimonio, tanto cultural y artístico como natural y de fomento de la sostenibilidad económica y social del destino. En cuanto a la accesibilidad, el municipio ha desarrollado diversas medidas para incrementar la accesibilidad y cumple con gran parte de los requisitos analizados, en los que puede seguir avanzando, para lo que es necesaria una colaboración público-privada
En este período también se ha destacado que el modelo de Smart City que han desarrollado en estos años ha significado un impulso por innovar de la ciudad, asumiendo un papel de liderazgo a nivel nacional e internacional sobresaliendo en innovación, tecnología y sostenibilidad y dotando a Santander de diversas acciones para mejorar la accesibilidad de sus habitantes.
Todas estas acciones son de vital importancia ya que las tendencias del turista actual han cambiado. Las tecnologías de la información y la comunicación están muy presentes hoy en día, por lo que se han modificado los hábitos de viaje y hasta la forma en la que están interactuando con el destino, aumentando además su nivel de exigencia.
Los turistas demandan experiencias personalizadas, actividades más respetuosas con el entorno y por supuesto poder estar conectados de forma constante y permanente a lo largo de todo su viaje.
Ser un destino turístico inteligente va más allá de todo esto y fomenta el uso de la tecnología en aspectos como la accesibilidad, el medio ambiente o la gobernanza.
Y todo esto se traduce finalmente en espacios con recursos más innovadores y servicios más eficientes, sostenibles y de acceso universal.
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